El árbol jamás me tapó el bosque. Si el bosque me tapo muchas veces algún árbol, ¿pero eso es lógico no? Pero bueno en este caso pude ver muy bien a través de bosque, y pude ver gente. Gente trabajando. Y vi que la gente lo que mas hace en el trabajo, no es trabajar, es comer, así que los observé un poco.

No hay mafia, mis investigadores están trabajando en algunas pero no quiero adelantar nada. Mientras preparé este relevamiento de los personajes de oficina según sus hábitos alimenticios.

El análisis no es muy profundo, salvo en algunos casos y en algunos aspectos, pero me interesaría que todos aportaran sus opiniones y/o vivencias con respecto a estos personajes. O sino no aporten nada y váyanse a comprar un pico dulce y que dios los ayude, porque cuando dios ayuda nada se entiende. Ya lo dijo Sergio «bicicleta» Saturno y no lo voy a repetir.

Les comento los personajes que pude distinguir:

Esta la típica mujer entradita en kilos, a la que vemos haciendo infinitos «esfuerzos» por recuperar la línea hace años perdida, pero nos damos cuenta que no lo hace seriamente. Nos damos cuenta que es todo «humo», nos esta «vendiendo humo» como el colorado Mc Allister, como Navarro Montoya (campeón del humo!). ¿Como nos damos cuenta? Porque si bien a la mañana la vemos con un vaso de agua y 3 galletitas acariciadas, casi solamente raspadas con Mendicrim y una gotita de miel, a media mañana se clava una bolsa de bizcochitos ella sola diciendo «igual ahora al medio día me como una tartita», pero cuando llega el medio día y se come la tartita, esta viene acompañada de una botella de coca y una porción de fritas, pero ella dice «eeeh! pero es una tartita». Es la no dieta o la dieta marketinera.

Así pasa su vida diciendo que «no se, debo tener problemas de tiroides, hago dieta y no adelgazo». Pero te la pasas tirada en un sillón! en fin….

Tenemos también a la chica delgadita que es envidiada por el resto de los mortales, ya que cada vez que toma un te le tira 34 cucharas de azúcar, que cuando toma un cafecito acompaña con un alfajorcito, que cada vez que pasamos por la maquina expendedora esta sacando un chocolate, que la vemos mas en el kiosco que en el pasillo, que cuando no almuerza milanesa napolitana con papas españolas almuerza matambre a la pizza con fritas provenzal, que lleva a Mc Donalds en la sangre, que no concibe nada menos que un heladito de postre, etc..

Esas niñas tienen un metabolismo capaz de digerir un mamut recién descongelado del ártico en menos de 4 minutos, sin despeinarse. Yo creo que poseen lava volcánica en la panza. Son la envidia de todos lo que, si hacemos lo mismo, nos vamos rodando a casa.

Otro personaje es el flaco mega deportivo que desayuna 2 cucharadas de corn flakes sin azúcar sin leche ni nada, que a media mañana saca 2 barras de cereal HECHAS POR EL, que almuerza pastas con Gatorade o una ensalada de 3km pero toda sin condimentar, cono agreste, sin gusto, y por supuesto con supremacía de las que yo llamo «verduras tontas» como lechuga, rucula, zanahoria, etc….

Estos tipos no se permiten disfrutar un minuto de la vida, de una milanesa, de unos ñoquis con bolognesa, no saben lo que es un alfajor y si les nombras a Mc Donalds sin decir que es una mierda sacan un crucifijo y te lo clavan en el pecho por hereje.

Se sobreactúan. Baja un cambio campeón del mundo! Basta de Winners! (jaja, que buena propaganda)

Nunca falta el típico flaco que le gusta mas hacerse el Snob que comer, y que cada vez que le dan un centímetro para que proponga que pedir, tira la idea de pedir Sushi (ya saben mi opinión) del tipo mas raro que pueda encontrar. Lo come para figurar y hasta me animaría a decir que no le gusta pero es su personaje marketinero y tiene que defenderlo a muerte. Lo máximo a lo que se estira es a un salmón rosado y acusa a quien ose con comer una milanesa de grasa y lo manda a vivir a Miami con el Puma Rodriguez (Un GROSO de verdad!)

Obvio que el mas grasa de la cuadra es el, pero no se da cuenta y esto hace todo mas triste. Tiene un Fiat uno tuneado cual carniza y con el va a buscar el sushi porque no confía en el «negrito del delivery». Acepta los asados porque la tradición familiar le gana y trata de justificarse con excusas poco entendibles.

Cuando no lo ve nadie mete «sambuche de milanesa» como un campeón. Shhhh!

El tipo grande, de cincuenta y tantos largos, que fuma y se cuida solo en la cena cuando la ve a la señora, para que esta no creo que le esta por agarrar otro bobazo como el del ’95 es un caso un poco mas entendible. El tipo no quiere joda, quiere disfrutar de la vida. No le importa que la panza le este por hacer explotar el cinturón ni parecerse a la Tota Santillán, total el no tiene que bailar por un sueño, es mas ya ni sueña. El tipo hace la actuación a la mañana cuando desayuna con los hijos y a la noche cuando cena con la bruja, para que no le rompan las pelotas. Después llega a la oficina y también come las medialunas de Pablo, mientras se fuma un pucho y se toma un feca. Al medio día no repara en gastos, se va con los amigos a comer al bodegón que mas aceite le ponga a la comida de todo capital y se vuelve en taxi porque esta volcado.

Lo único reprochable es que el sabe que el bobazo puede venir en cualquier momento y debería controlarse, pero esto no quiere decir que no lo entendamos, quiere disfrutar la vida, y disfrutar la vida es o chicas de veintipocos años o comer como un loco, y esta claro que lo primero le sale mas caro que lo segundo, así que lo bancamos.

Hay un personaje que nunca falta, y es el extremista. Es un tipo que no conoce términos medios, o se mata comiendo cantidades sobrehumanas, o no come nada en lo que considera es una profunda autocuración.

Casi siempre respetan ciclos, los cuales arrancan en un descontrol alimenticio pocas veces visto, arrancan la mañana comiéndose la mitad de las facturas que Pablo trajo por su cumpleaños, ante la mirada asombrada del resto. Siguen matándose en el almuerzo jactándose de su poder gástrico, y a la tarde liquidan las facturas que quedaron del pobre Pablito, que solo comió 2. Pasan días en esta etapa hasta que claro, un día no aparecen y nos enteramos que el ataque al hígado que les agarró fue de dimensiones pocas veces vistas. Ahí es cuando entran al otro extremo, ahí se convierten en puristas de la alimentación, casi ni comen o comen cosas que entre entrada comida y postre juntan 5 calorías a lo sumo.

Estos tipos suelen no ser gordos, pero sus cuerpos piden a gritos jubilación.

Alguno de ustedes no se identificará con ninguno de estos personajes, otros se identificarán con alguno y también habrá quien pueda aportar algún personaje que haya excedido a mi observación. En ese caso váyanse a la mierda, no queremos sabelotodos aca. ¿O si? El Pingüinito tal vez pero vayan solo a saber Dios y Acual lalo donde esta.

Igual no se preocupen por nada, ya saben…..

……soy solo un leñador…..que le da hacha a la vida, que le da hacha a la muerte, y hoy le da hacha solo a los Árboles pero les cuenta algo, ya que no siempre hay una mafia para hachar….