Voy a empezar esta, quizás mi última teoría, citando al filósofo y matemático británico Bertrand Russell y su concepto de la Tetera de Russell.

“Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aún por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos anteriores.”

Como ven, es un concepto muy lógico el que plantea. Y lo cité porque hoy voy a encargarme de una tarea del Leñador, le voy a dar hacha a algo que es completamente ilógico, totalmente amoral y está destrozando al planeta y a la gente que la habita: La Religión.

Y no digo una en particular, sino La Religión en general. Y antes de que alguien me diga que no sé nada del tema, provengo de una familia católica apostólica romana practicante (fui monaguillo de pequeño y fui toda mi vida a colegios católicos), pasé por el ateísmo puro y duro y ahora profeso a medias el pastafarismo.

Igualmente me voy a basar bastante en la religión católica que es la más común en Argentina, pero esto que voy a decir es claramente aplicable al resto de las religiones con mínimas modificaciones.

No tiene nada de bueno la religión (de ahora en más en minúsculas, no merece ni una puta mayúscula). Sí, me van a decir ustedes, hay muchas cosas buenas. Buenísimo, les voy a decir yo, enumerémoslas:

  1. Algo en que creer, creer en algo da fuerzas.

    O sea que la religión es un placebo. Lo mismo da que les dé agua bendita de San Nicolás que agua de la canilla, que si les digo que es de San Nicolás se van a curar. Para eso creamos en el Monstruo Volador de Spaghetti que por lo menos se puede comer.

  2. Hacen obras de beneficio y caridad.

    Si, eso es verdad. Pero díganme la verdad… ¿ustedes se piensan que si no existiera la iglesia nadie haría obras de caridad? Hay miles, millones de obras de caridad, de hogares que ayudan a gente y que no dependen de ninguna iglesia. Schindler no era judío tampoco e hizo muchísimo por salvar gente en la WWII.

  3. La cultura, las iglesias son monumentos que simbolizan historia y épocas.

    Ah, no me hagan hablar de esto, ya voy a llegar.

  4. Los mandamientos y los preceptos religiosos.

    Pura lógica. Algunos cualquier cosa. Otros como “no matarás” y “no robarás” se transforman en reglas y son más que regulados por el sentido común. En otras religiones hay algunos preceptos que estaría mejor que no existiesen.

Y creo que hay llegué. No se me ocurre nada más. Por ahí me olvido de alguno, denme una mano. Asi que paso a lo malo, con otra cita… esta vez de Richard Dawkins en su libro “El capellán del Diablo”:

“La razón por la que la religión organizada merece hostilidad abierta es que, a diferencia de la creencia en la tetera de Russell, la religión es poderosa, influyente, exenta de impuestos y se la inculca sistemáticamente a niños que son demasiado pequeños como para defenderse. Nadie empuja a los niños a pasar sus años de formación memorizando libros locos sobre teteras. Las escuelas subsidiadas por el gobierno no excluyen a los niños cuyos padres prefieren teteras de forma equivocada. Los creyentes en las teteras no lapidan a los no creyentes en las teteras, a los apóstatas de las teteras y a los blasfemos de las teteras. Las madres no advierten a sus hijos en contra de casarse con infieles que creen en tres teteras en lugar de en una sola. La gente que echa primero la leche no da palos en las rodillas a los que echan primero el té.”

Así que enumeremos las malas:

  1. Predicar con el ejemplo.

    Ojo, tienen mil errores de este tipo, pero voy a decir uno solo, si los curas supuestamente hacen votos de castidad y de pobreza… ¿Por qué carajo cada cardenal se viste con un atuendo que cuesta 3000 euros? ¿Por qué las Iglesias de cualquier religión suelen ser el edificio más opulento de todas las ciudades? ¿Por qué no venden todo eso, lo donan y hacen lo que obligan a hacer a todos sus sacerdotes? Si se creara un Sindicato de Sacerdotes vivirían haciendo huelga…

  2. Es todo un negocio.

    Y no estoy hablando solo de las iglesias brasileras esas que son uno de los negocios más rentables del planeta, sino que fui a visitar, por dar un ejemplo, la catedral del Sacre Coeur en Paris y ¡había una máquina expendedora de medallitas! El Opus Dei es una máquina de recaudar guita a costa de empresarios que quieren sentirse un poco mejor a pesar de estar explotando a la gente que labura para ellos.

  3. En Historia son peores que Genghis Khan.

    Todos tienen su granito negro. Generaron guerras por interés político, persecuciones, inquisiciones (¿alguien conoce a Torquemada?), cruzadas religiosas, se cagaron en la cultura de los pueblos a los cuales iban (y todavía van) a “misionar” (palabra que me da asco), cuando directamente no los hicieron desaparecer. Pregunten también que institución grande religiosa argentina bancaba y se callaba lo que hacía la dictadura en los 70.

  4. Los curas violadores.

    De esto también tienen la culpa, principalmente la iglesia católica. Van contra el orden natural de las cosas, hay otras religiones que se dieron cuenta de que prohibir al hombre sus propios instintos es una hijadeputéz impresionante y que solo va a generar problemas y deformaciones de criterio y comportamiento. De última si el cura piensa que no le interesa todo bien, pero que decida el. También si es el trabajo de ser la cara de tu «organización», lo menos que podés hacer es un buen proceso de selección.

  5. Discriminación.

    Ah, no me vengan con que las religiones no discriminan. Todas discriminan. Fieles vs. Infieles, ningunean a los que no creen o creen diferente, y piden “salvar” a los pobrecitos ellos que no creen en Dios de ir al Infierno, que para ellos es todo aquel que no hace lo que ellos creen que es bueno. Ah, y a la mujer la tratan como basura de segunda en muchísimas religiones. Ni siquiera somos todos iguales, solo lo somos “a los ojos del señor”, porque es como una especie de Gran Hermano que todo lo ve, todo lo sabe y en todo se caga, pero es más que nosotros también.

  6. Falta de criterio en varios temas.

    No estoy diciendo que sea lo más importante, pero claramente que el sexo es parte importante de una relación, y en la gran mayoría de las religiones del mundo el sexo está tomado como algo malvado y hacerlo fuera del matrimonio es pecado. Ahora, entonces, el casamiento es jugarse entero por entero a algo de lo cual no tenés idea como puede resultar una parte importante del mismo porque tu religión no te deja averiguarlo. Por decir uno que he discutido mucho con muchos amigos religiosos a ultranza.

  7. Las celebraciones.

    Seguro que muchos fueron alguna vez a alguna misa o rito de alguna religión. ¿Alguna vez prestaron atención al mensaje? Se los resumo: el que está allá arriba es groso y nosotros somos una mierda, toda llena de defectos y todo lo que hacemos está mal. Eso en que creés llegado el tiempo te va a pasar factura por todo lo malo que hiciste y como es rencoroso (y francamente bastante hijo de puta) te las va a hacer pagar todas juntas durante mucho tiempo. Eso sí, si te agarra una enfermedad, por ahí aparece, por ahí no.

  8. El pecado original.

    Por más que sea una metáfora, ¿un bebé que recién nace ya la cagó? Ya se mandó una tan grande que es necesario perdonarlo antes de que entienda. Lleva parte de una culpa de la cual no tiene culpa, pero igual tiene la culpa (si, suena a que estoy loco, pero es exactamente esto lo que dicen).

  9. Derecho a elegir.

    Yo aprendí a hablar, discernir, entender y pensar y me comentaron que ya estaba adentro de una religión. ¿Eh, me están cargando? ¿Quién me preguntó? ¿Y si no quería? Es más, después de haber leído las posibilidades (que por supuesto me ocultaron mientras estaba en dos escuelas religiosas, porque son religiosos pero no boludos, mirá si te van a contar de la Inquisición), ¡ni en pedo! ¡Quiero deshacer el pacto! ¿Ah, no puedo? ¿Lo único que puedo hacer es pretender que nunca pasó? ¿Y la gente que sabe? ¿Me prestan el aparatito borramemoria de Men In Black?

  10. Son testarudos como casi nadie.

    Planteenle estas cosas a alguien ultra religioso (no importa de qué religión) a ver que te dice. Lo hice con muchísimas personas, hasta ahora una sola persona (a quién voy a llamar El Sabio de Sabios por el respeto que le tengo) fue abierto de aunque más no sea escuchar y responder como una persona civilizada a mis argumentos, más allá de que estuviese o no de acuerdo.

  11. Excusa para mil cosas.

    Desde las guerras y las cruzadas que ya mencioné hasta los ataques terroristas pasando por mil cosas en el medio. El concepto de Jihad o guerra santa, apedreos de personas, discriminación contra la mujer, hasta se usaron en algún momento para “calmar” pueblos oprimidos (en el comunismo ruso la iglesia era como una extensión del gobierno). No me hagan pensar que me pongo mal.

Creo que queda muy claro. Para mi las religiones son una mierda. Todas. El mundo estaría mejor sin ellas. Ojo, sin la institución. Que cada uno crea en lo que quiera creer. Eso está bien, no tengo problemas con Dios, Alá, Iahvé, Monstruo Volador de Spaghetti o Unicornio Rosa Invisible que le guste a cada uno. Tengo un problema con las instituciones de la religión, con la religión en sí.

Me despido, con este hachazo, quizás para siempre, quizás no. No le voy a robar la frase al Leñador porque merecería un hachazo yo por tal osadía.

Les dejo una frase que vi en un poster «motivacional» y se los traduzco para los que no saben ingles.

«Cristiandad: La creencia de que un zombie judío que era su propio padre te puede hacer vivir para siempre si vos simbolicamente comés su carne y telepaticamente le decís que lo aceptás como tu maestro, asi puede remover una fuerza maligna de tu alma que está presente en la humanidad porque una mujer que nació de una costilla fue convencida por una serpiente parlanchina de comer de un arbol mágico… si, tiene mucho sentido.»

El Sabio se retira… apaga la computadora, toma su abrigo y sale a caminar por donde le lleve la vida, no por donde alguien supuestamente superior me diga.