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Otro Artículo del gran Lic. Lauren Palom, para nosotros, para sus fans.

El Magnanimo

Corría el año 1925. Las inmigraciones llegaban a la Argentina de los países del mundo con las mujeres más hermosas. Buenos Aires se llenó de españolas, italianas, inglesas, francesas, polacas, ciertos lugares se poblaron con alemanas. Se vivían momentos de euforia. Los hombres porteños se volvían totalmente locos.

Las chicas cruzaban el Atlantico

Los años pasaron. Se cruzaron españoles con italianas, polacos con inglesas, francesas con francesas. Esto generó una amalgama grandiosa. Mujeres de las más lindas del mundo, cruzas, la ciudad estaba repleta de mujeres, mujeres hermosas, para todos los gustos.

Por aquellos años, los hombres, vestidos de smoking, se sentaban en la Plaza de Mayo y se deleitaban.

En el verano de 1941 y en la mismísima fuente de Plaza de Mayo alguien gritó «Las mujeres Argentinas son las más lindas del mundo». Todos asintieron. Pero en realidad ese hombre y los que lo apoyaron no estaban hablando de Argentina, estaban hablando de Buenos Aires. Buenos Aires era para ellos Argentina, no por egocéntricos, que los había, sino porque Buenos Aires era lo único que conocían de Argentina. Un viaje a Bariloche duraba 3 días y seguramente daba hemorroides.

Saquen las patas de ahi roñosos!

Al día siguiente La Prensa sacó de la portada el bombardeo a Pearl Harbour para reemplazarlo por la famosa frase «Las mujeres argentinas son las más lindas del mundo». Diario Popular vendió mas de 19000 ejemplares al poner una foto de una modelo del momento quien declaraba «Me gustan los muchachos dulces y sinceros».

Otra bomba de humo. Ya nadie hablaba de que faltaban 140 días para que estalle el Invierno.

Noticias Importantes

Todo era felicidad.

Pero claro, en los ’50 llegaron muchas inmigraciones del interior del país y de países limítrofes a Buenos Aires. Y en general no llegaron las galleguitas y tanas que tantas alegrías visuales nos habían dado. Llegaron chaqueñas, formoseñas, salteñas, paraguayas, bolivianas, etc. Chicas decentes, humildes, solidarias, pero sin tanto glamour. De puntaje bastante más bajo para el porteño promedio.

Lo curioso de todo esto es que los porteños nunca se dieron cuenta de esto. Para ellos el promedio general siempre siguió igual. Estas mujeres fueron y son absolutamente invisibles para ellos.

Es como si nunca se hubieran dado cuenta que hicieron mella en el puntaje general.

Antes de continuar les propongo el siguiente juego: Si les digo la frase «Las mujeres argentinas son las más lindas del mundo», ¿ustedes qué se imaginan? Ya sé, Florida, martes 13:30hs, 2500 mujeres de clase media, media alta, de entre 20 y 30 años, caminando de aquí para allá, semidesnudas porque es verano y hace 30º C, ustedes al borde del abismo. Ya lo sé, también me pasó. También caí en el abismo.

No todas son asi

Pero no!!! Las mujeres argentinas no son sólo las que se pasean por Santa Fe o por Florida. Las mujeres Argentinas no siempre usan tacos ni se pintan los labios. Las que venden ajos por Constitución, las que viven en las villas miserias, las que fabrican ropa para coreanos en el Once, las que votan al caudillo de turno, las hinchas fanáticas de un club (cualquiera), las que hacen con la mano el gesto de «viejita», esas mujeres, también son argentinas.

Pero hay más: hace un tiempo me encontré con dos colombianos en el centro de Buenos Aires. Charlamos de fútbol, joda, política. Les pregunté: ¿Y? ¿Conocieron alguna argentina ya?, esperando que me digan “Sí, son las más lindas del mundo”.

Nada de eso, “Sí son lindas pero a los dos nos parece que les falta algo. Las mujeres caleñas caminan con presencia, se pasean con todo lo suyo bien mostrado, con los labios bien pintados, como diciendo «Mírenme, aquí estoy». Las argentinas son más quedadas, no parecen tan calientes”.

En ese momento se me vino a la mente la novela «Betty la fea». ¿Se acuerdan? Estaba lleno de minas increíbles pero con una forma de vestirse y de andar que los argentinos asociaríamos con la prostitución o por lo menos medio mersa. Ojo, yo también me acostaría con ellas, pero eso es otra cosa.

Toneladas de pintura, polleras muy cortas y ajustadas, zapatos taco alto con plataformas que parecían zancos. No son lo mío.

¿Y si se la mandamos a los Colombianos? ... Sordos

 

Los saludé, se fueron. Me quedé pensando.

Si todos sabemos que a los chinos les encanta el arroz y a los argentinos el asado, pero no soportamos el chile que le ponen los mexicanos, ¿quién tiene razón?

Les gusta a los Chinos ... y a los Metrosexuales

¿Por qué deberíamos pensar que a los chinos los vuelven locos las argentinas?

¿A los bolivianos le gustan las mujeres sin polleras largas?

¿Y si las argentinas solo nos gustan a los argentinos?

¿Y si no tenemos la avenida más larga del mundo, ni la más ancha? ¿Y si no inventamos el colectivo, ni la birome, ni las series de Cris Morena?

En el año 2007, ¿Podemos asegurar que las mujeres argentinas son las más lindas como lo hacían nuestros abuelos?

¿Podemos?

Para este viejo filósofo, «las argentinas ya no son las más lindas del mundo»

Les dejo un saludo a mis amigos de argentina.

Lic. Lauren Palom.

PD: Me encuentro dando una conferencia en una universidad de Oslo. Frecuento mujeres de otros lugares del mundo. Por eso me permito opinar de esta manera. Ustedes están en Argentina.
Nunca mencionen este tema frente a mujeres argentinas. Lo comprobé. Se sienten terriblemente ofendidas. Ustedes se perjudican. Vivirán una abstinencia bastante larga, salvo que conozcan alguna foránea en ese tiempo.

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