La que se presenta a continuación es la transcripción de parte de una Conferencia que brindó el Licenciado Lauren Palom en Copenague con motivo de los festejos por los 100 años del natalicio de Karl Popper.

El Magnanimo

A menudo, cuando hablamos de política la gente me suele preguntar que me parece más natural, más simple, más eficiente, si la idea de Comunidad planteada por El Comunismo o lo que yo llamo “El Otro Comunismo”, El Capitalismo, La Comunidad dispersa físicamente, fragmentada emocionalmente, pero unida por los intereses, por la información, por La Comu-nicación.

Yo me remonto a los orígenes de todo esto. Al principio lo que imperaba era La Comunidad. La gente solo podía sobrevivir junta, unida. Nadie se separaba de la Tribu. Separarse era morir, nadie podía sobrevivir solo, «Hacer la suya”.

Las gente vivía en Comunidades en las que cada quien hacia algo. Estaban Los Cazadores, El Brujo, Los que recolectaban agua, “el que pintaba la caverna”, el músico.

Cada integrante de la comunidad trabajaba para todos y se beneficiaba del esfuerzo de los demás.

No se precisaba papel moneda, bolsas de comercio, ni intrincadas Ingenierías Financieras para organizar el Trabajo, los medios de Producción.

Si faltaba gente para recolectar agua, escaseaba el agua y como la gente no se quería morir de sed, el músico o “el que pintaba la caverna” dejaban sus trabajos para cumplir esa función, lo mismo sucedía si faltaban cazadores o guerreros, pero no  si faltaba “el que pintaba la caverna” o el músico, ahí nadie se daba cuenta.

El sexo también era caótico, no había parejas estables, fijas. Esto tenía su lógica, en un mundo con tan baja expectativa de vida, había que tener 5 hijos para que 1 sobreviviera los 20 o 25 años. Ninguna mujer en condiciones de procrear podía quedar libre, había que fecundarlas a todas.

En algún momento de la historia esto cambió, en algún momento evolucionamos hacia una Sociedad Capitalista, para más adelante poner el inicio de la historia allí y olvidarnos del pasado, para tomarlo como lo común, como lo natural, como lo eficiente.

Cada antropólogo tendrá su teoría y yo no soy la excepción.

Para mi todo empezó con un hombre y una mujer, con Adán y Eva.

El Hombre, Adán, era un excelso cazador de Mamuts, tan excelso que era el único cazador de Mamuts que necesitaba la comunidad.

La Mujer, Eva, tenía muchas habilidades sexuales, pero no le gustaba demasiado ninguno de los hombres de la tribu, excepto tal vez Adán. Él era el mal menor, pero odiaba revolcarse con el resto.

Eva comenzó a usar sus habilidades sexuales con Adán, para no tener que tener otros amantes y entonces Adán, muy pronto, se olvidó del resto de las mujeres y desoyendo los destinos de la naturaleza, solo copulaba con Eva.

Luego de los actos sexuales, cada vez más frecuentes entre ellos, Adán y Eva comenzaron a hacer cosas raras, casi asquerosas. Primero se abrazaron, pero no como parte del acto sexual tan necesario para perpetuar la especie, sino por placer. Después de algunos abrazos Eva sintió la necesidad imperiosa de hablar, de expresarse, de Comunicarse. Bajen las manos, ya sé lo que me van a decir, posiblemente no existiera idioma alguno, pero igual, las mujeres siempre fueron muy hábiles para darse a entender y los hombres para no entender nada.

Pronto la mujer se estaba quejando. Aparentemente le gustaba mucho la pata de Mamut y no entendía como si “ellos” eran los que cazaban el Mamut, nunca podía llegar a comer pata de Mamut, porque se la comía antes el resto del a tribu, sobretodo el músico y “el que pintaba la caverna”. Adán trataba de calmarla, pero la mujer parecía enojarse más con sus argumentos timoratos. Finalmente Eva convenció a Adán de que lo mejor era abandonar la Comunidad, de que ellos podían ser independientes, hacer “la suya”, porque eran fuertes, porque eran “Los que cazaban el Mamut”.

Con el tiempo y de la misma manera La Comunidad se fragmento.

Los Adanes y las Evas ahora estaban dispersos por el mundo. Si antes cada uno hacía algo, ahora todos tenían que hacer todo si querían sobrevivir. Cada persona debía cazar al Mamut, traer el agua, oficiar de Brujo y de Guerrero, pintar la caverna.

Muchos no sobrevivieron, los que lo hicieron experimentaron un inmenso stress, similar al del hombre moderno.

Lejos de optimizarse, los recursos comenzaron a malgastarse. Los Mamuts, por ejemplo, se extinguieron. Si antes se cazaba 1 cada 60 persona, ahora era 1 cada 2 o 3. La gente comía las patas, “que de todas formas ya no eran tan sabrosas” según las propias Evas y el resto eventualmente se pudría o terminaba en el estómago de algún bicho carroñero.

Si, La Sociedad se especializó con el tiempo,  volvimos a tener trabajos específicos, ya no tenemos que cazar al Mamut, traer el agua, oficiar de Brujos y de Guerreros, pintar la caverna, todo al mismo tiempo.

Es verdad, pero para lograrlo tuvimos que inventar artilugios, monedas de metal y papel moneda, comisiones reguladoras de esto y de lo otro, bolsas de comercio y Uniones Europeas, todo para volver al equilibrio inicial, al equilibrio natural.

También, fíjense,  hay muchos disparates, cosas anormales, antinaturales que todavía no se subsanaron y siguen en veremos, cosas que nadie explica. El hombre sufre cuando hay escasez de bienes, pero también cuando hay exceso. Eso fue La Gran Depresión en definitiva. Como había exceso de stocks muchos perdieron sus trabajos. Como había exceso de bienes, la gente dejó de poder acceder a los bienes. Una locura! es como decir que como sobra Churrasco no podemos comer … Churrasco.

Disparates similares o incluso peores ocurrieron con el Comunismo, pero yo no defiendo al Comunismo, defiendo a “La Comunidad”. Algo imposible de trasladar a más de 50, 60, 100 personas. Impracticable, por supuesto, en países tan enormes como China o Rusia. ¿Cómo voy a compartir mi Mamút con alguien que no conozco? Lo comparto con mi madre, con mi padre, con mis hermanos, con mis amigos, hasta con mi cuñado, pero si engaña a mi hermana se la corto.

¿Y qué pasó en el plano sentimental, afectivo?  Algo parecido.

Así como hoy se muestra que lo natural, la solución es El Capitalismo y El Problema La Comunidad, se nos llenó de propaganda en contra de La Promiscuidad, se satanizó cualquier cosa que no fuera la monogamea.

No habló solamente del sexo, sino en todo el plano sentimental.

Supuestamente hay que elegir una persona, una sola y compartir con ella todos los aspectos de la vida, para siempre. Las mujeres, que parecen saber más de esto que nosotros, nos exigen eso y sino se frustran.

Nos exigen que seamos el que caza al Mamut, el que trae el agua, el que oficia de Brujo y de Guerrero, el que pinta la caverna, todo al mismo tiempo en “Su Comunidad”. No solo nos exigen eso, también nos exigen que seamos buenos o muy buenos haciendo cada uno de estas cosas.

Algunos de los pedidos son contradictorios y crean confusión. ¿Puede alguien ser el más macho de los amantes y el mejor compañero de compras?, ¿Se puede ser muy trabajador y después tener tiempo para ir al “Picnic de padres” el miércoles a las 3 de la tarde “Como hace Xavier, el padre de Malena, que se dedica a hacer artesanías?”, ¿Se puede ser “atento a los detalles”, pero que no nos importe si nos sirven comida cruda y/o podrida?

¿Quien puede cumplir con todo esto y encima “Darle espacio al otro” viviendo en un departamento de 30 m2 en Once?, ¿La hormiga atómica?

El problema además es que no se inventaron formas de equilibrar la oferta y la demanda, como hizo el Capitalismo en el plano económico.

Si mi mujer quiere ir al cine, parece ser que solo yo puedo acompañarla para que ella no se sienta mal. No la puedo mandar con otro esposo y yo quedarme jugando a las cartas, que es lo que quiero hacer, con la  esposa de él.

Eso es pecado!

Y observen que ni siquiera estoy tocando el plano sexual, es sabido todos los ataques que recibieron Los Swingers desde sus inicios por intentar “Equilibrar la oferta y la demanda”.

El resultado es catastrófico. Uno termina cazando Mamuts cuando quiere ir a buscar agua, oficiando de Brujo cuando quiere hacer de Guerrero y los fines de semana se arruinan “Pintando la caverna”.

El amor merma.

Al final, si uno igual intenta cumplir todo, seguramente será acusado de hacerlo, pero sin ganas, “Así no sirve”, “Es lo mismo que nada”. ¿Es lo mismo que nada?, “Me tuviste todo el día cazando Mamuts, ahora comételos y déjame de joder pelotuda”.

Conclusión: Si bien, en el plano Económico, vivir en pequeñas Comunidades ya no es estrictamente necesario, el sentido común, nuestra salud mental, nos piden volver a las mismas para poder “Equilibrar la oferta y la demanda” afectiva. Tener varias personas en nuestras vidas para cubrir nuestras distintas necesidades emocionales.

En una Comunidad, si tengo ganas de jugar a las cartas seguramente voy a encontrar a alguien que quiera jugar a las cartas conmigo, si quiero ir al cine habrá alguien deseoso de acompañarme, si quieren tener sexo … “¿Qué son todas frigidas?!!!!”.

En definitiva, si bien se puede conservar la monogamia sexual, es necesaria la vuelta a La Comunidad para “Equilibrar la oferta y la demanda” en el resto de los aspectos emocionales de cualquier ser humano, para volver a vivir como en los momentos más alegres de nuestras vidas:  las navidades, las vacaciones con amigos, los juegos de la infancia, las salidas, que siempre involucraban a muchas personas y no solo a una.

Ni Rusia ni EEUU, ni Azules ni Colorados, ni Perón ni El otro. Mantegamos el Capitalismo, pero flotemos en ese Oceano salvaje en pequeñas barcazas de Comunismo, de Comunidad, para no ahogarnos.

Es el siglo XXI chicas, no pueden seguir pretendiendo que la misma persona haga todo, al mismo tiempo, que cace  al Mamut, que traiga el agua, que oficie de Brujo y de Guerrero, que pinte la caverna, que les destape la cañería.

Bueno, me voy.

La Clase que viene les contaré como hicieron “El que pintaba la caverna” y el músico para convencer a todos que sus trabajos eran los más importantes y cobrar más que nadie.